El diario Expansión informó ayer que el Gobierno británico ha anulado la autovía que se iba a levantar relativamente cerca del monumento neolítico de Stonehenge, adjudicada a FCC. La carretera estaba presupuestada en unos £ 1.700 millones de libras (unos EUR 1.950 millones), pero en el sector se daba por descontado que el importe iba a ser superior, dada la inflación de los costes en los últimos años. En concreto, el Ministerio de Transportes británico ha revocado la autorización (DCO, por sus siglas en inglés) para el tramo de la A303 entre Amesbury y Berwick Down, conocido como el túnel de Stonehenge, a unos 150 kilómetros al oeste de Londres.

El Gobierno laborista ya había congelado la construcción del activo nada más ganar las elecciones, en julio de 2024. Adujo motivos económicos, pero también es cierto que las actuaciones estaban recurridas en los tribunales por motivos ambientales y por su cercanía al monumento, patrimonio de la humanidad de la Unesco. Ahora, la titular de Transportes, Heidi Alexander, ha recurrido a «circunstancias excepcionales», que no aparecen detalladas en la documentación a la que ha tenido acceso Expansión, para firmar una orden, con fecha del pasado 22 de octubre, por la que entierra oficialmente el proyecto, algo que supone un golpe para FCC. La constructora española se adjudicó el proyecto en mayo de 2022, junto con la italiana WeBuild y la alemana BeMoTunnelling. La autovía, de 12,8 kilómetros, incluía un túnel de 3,3 kilómetros, a unos 200 metros del monumento.