Durante la primera parte del mes de febrero las bolsas europeas y estadounidenses subieron con mucha fuerza, impulsadas por tres factores, principalmente:
i) las elevadas expectativas que tienen puestas los inversores en el proceso de vacunación contra el Covid-19;
ii) la confirmación por parte de los bancos centrales de que su compromiso en apoyo a la recuperación económica sigue siendo total;
iii) la convicción de que EEUU aprobará un nuevo gran programa fiscal de ayudas. Todo ello permitió a los citados índices recuperar con creces las pérdidas sufridas en enero.
Sin embargo, durante la segunda parte del mes analizado los principales índices de estos mercados cedieron parte de lo ganado, aunque, en su mayor parte, terminaron febrero con importantes avances, destacando entre ellos el comportamiento del Ibex-35 que, a pesar de mostrar cierta debilidad en momentos concretos, recuperó a lo largo del mes el 6,0%, apoyándose en la fortaleza mostrada por los valores del sector bancario.
Debemos destacar que el giro a la baja experimentado por la renta variable occidental en las últimas semanas fue consecuencia del fuerte repunte de las rentabilidades de los bonos a largo plazo, movimiento propiciado por las mejores expectativas de crecimiento económico y, sobre todo, por el temor de los inversores a que la inflación suba en los próximos meses más de lo esperado inicialmente.