Las Bolsas en el mes de enero

Los principales índices de las bolsas europeas y estadounidenses no han podido mantener la tendencia alcista que venían mostrando en los últimos meses de 2019, y han cerrado el mes de enero en negativo, la mayoría de ellos a sus niveles más bajos en lo que va de ejercicio. Así, el elevado nivel de sobrecompra con el que acabaron 2019 y las exigentes valoraciones que presentan algunas compañías han facilitado la aparición de cierto nerviosismo entre los inversores, nerviosismo que se ha visto potenciado principalmente por factores como el incremento de la tensión política entre EEUU e Irán a raíz de la muerte del general iraní Qasem Soleimani en Irak, tras una operación militar estadounidense, o, más recientemente, por la crisis sanitaria en China, propiciada por la propagación de un nuevo coronavirus.

Ante esta tesitura, y sobre todo durante la última semana del mes, los inversores han optado por reducir sus posiciones de más riesgo, concretamente en renta variable, y se han refugiado en activos de corte más defensivo como los bonos, el oro, o en divisas como el yen o el franco suizo. En el corto plazo no es descartable que los inversores se mantengan prudentes, al menos hasta que se demuestre que China ha sido capaz de controlar la propagación del coronavirus o que se ha hallado un remedio para combatir la enfermedad, lo que limitaría en gran medida su potencial impacto negativo en el crecimiento económico del país y, por ende, a nivel global.

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