El mes de mayo ha sido muy negativo para los mercados de renta variable mundiales, con los principales índices europeos y estadounidenses cediendo de media en el mismo más de un 6%, con el FTSE 100 británico (-3,5%) y el Dax alemán (-5,0%) como los que mejor comportamiento han mantenido y con el FTSE Mib italiano (-9,5%) y el estadounidense Nasdaq Composite (-7,9%) como los peores. El Ibex-35, por su parte, ha cedido en el mes el 5,9%, lo que ha reducido su revalorización desde comienzos de ejercicio al 5,4%.
El principal motivo de esta negativa evolución de la renta variable ha sido la ruptura de las negociaciones comerciales entre EEUU y China, cuando el mercado venía descontando un acuerdo inminente entre ambas potencias. Este hecho, y la publicación de una serie de indicadores macroeconómicos en Europa, China y EEUU que apuntan a que la desaceleración económica va a más, han hecho “saltar todas las alarmas”, provocando una huida de los inversores hacia activos más defensivos como los bonos soberanos. Cabe destacar, en este sentido, que estos activos han experimentado en Europa y EEUU un fuerte rally alcista, lo que ha provocado una sustancial caída de sus rentabilidades, muchas de las cuales son ahora negativas.
Todo parece indicar que los inversores apuestan por una posible recesión global, algo que consideramos precipitado, ya que seguimos creyendo que, finalmente, EEUU y China alcanzarán un acuerdo comercial. Además, esperamos que los bancos centrales, como han hecho en otras ocasiones, acudirán al rescate de las economías con nuevas medidas acomodaticias.